Cuando estoy en un paso de cebra con semáforo y tengo algún niño cerca siempre espero al muñequito verde.
La mayoría de las veces ese niño está con un adulto que se afana en enseñarle al niño que no debe pasar si el muñequito está rojo. En parte por empatía con el adulto educador, y en parte porque creo que yo con mi ejemplo tambien puedo influenciar de alguna manera el comportamiento futuro de ese niño, siempre espero aunque no haya coches, aunque otras personas crucen en rojo.
Creo que muchas veces infravaloramos lo importante que es predicar con el ejemplo, porque los niños hacen lo que ven:
Hoy mi espera ha sido compartida con una niña de unos 3 años y su papá. Cuando por fin ha aparecido el muñequito verde y nos hemos puesto a cruzar he recibido una especie de premio en forma de anécdota:
De frente, cruzaba un hombre poseído por un bostezo enoooooorme
Al verlo me ha venido la imagen de un gran león rugiendo
y en ese momento la niña ,que estaba a mi par, al ver al señor no se ha cortado un pelo y ha lanzado un rugido
-Aaaarrrrrggggggg
Vaya! a veces tengo la mentalidad de una niña!!!!!!! jijijijiji
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